22.1.11

De a dos y una película de a uno


Epílogo

París es una ciudad de a dos. De amigo y amiga, amigo y amigo, amiga y amiga, novio y novia, novio y novio, novia y novia, esposo y esposa, padre e hijo, padre e hija, madre e hijo, madre e hija, abuelo y nieta, nieto y abuela, perro y dueño.... y las múltiples parejas que puedan existir.
Creo que la existencia de tantos lugares de encuentro presupone que deben haberlos pero hasta el momento yo no tengo encuentros con personas. Mi encuentro es la aproximación tácita que tienen mis ojos con los ojos de los demás. Yo no estoy de a dos. O bueno, quizás puedo estarlo porque soy géminis, lo cual de alguna manera implica que soy dos. Pero en teoría, soy una sola.

Mi encuentro es azul porque la tinta que uso para escribir en mi cuaderno lo es.

Mi encuentro se llama también recuerdo y como todo recuerdo, es profundidad, océano, mar.


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Ayer decidí ir al cine. Tenía tiempo sin ir -quizás dos semanas- y me provocaba la pantalla grande, las cotufas, las butacas... Así que fui y me compré una entrada para la última película de Clint Eastwood Hereafter (aquí: Au-delà). Me sorprendió que mucha gente va sola al cine. Yo nunca lo había hecho.
La película resultó girar entorno a los encuentos y los desencuentos. A las búsquedas y a las pérdidas. La comunicación como un canal de alivio al dolor. Y también la incomunicación como elemento generador de desesperanza. Apegarse a la ausencia y no al vacío -que no es lo mismo- y al mismo tiempo buscar llenar el vacío que no siempre lo es. Huir de la cotidianidad o simplemente huir. Encontrarse a sí mismo - o al menos creer eso-.
No sé si es porque ya Clint está en la etapa final de su vida pero toda la película estaba llena de una lucidez y una claridad deslumbrante.
Al terminarse, esperé los créditos y me encontré con Peter Morgan como guionista, y Steven Spielberg y Tim Moore como productores (entre otros). Detrás de la película, hay un gran equipo que se siente en cada escena. Las críticas no han sido muy condescendientes pero hablemos claro, ¿cuándo lo son?. Tiene ella un aire trágico y quizás hasta de película que, a mi juicio, debe verse como intencional. ¿No hemos vivido todos momentos de película? o ¿no nos hemos sentido en algún momento como si estuviéramos en una? Pues creo que justo es esa sensación la que viven algunos de los personajes. No diré más. Véanla y hablamos pero eso sí, me parece que es una película para ver no de a dos, sino de a uno.

1 comentario:

  1. Casi siempre, aunque estemos en soledad, somos dos. Y otras tantas, somos cuatro
    Argelia

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